La relación entre historia y literatura en la obra de Fernando Molano es profunda y multidimensional, su escritura está intrínsecamente ligada a la realidad social y política de Colombia, especialmente durante las décadas de 1980 y 1990. En este contexto de violencias sociales, políticas y la emergencia de la pandemia del VIH/sida, Molano se erige como un narrador de las experiencias marginales, un testigo de los cuerpos y deseos que son oprimidos y estigmatizados por la sociedad. 

El Parque Nacional de Bogotá, convertido en un símbolo y escenario literario en la obra de Molano, es el territorio donde los amantes pueden encontrar un breve respiro de libertad y placer, pero también en un espacio impregnado de las tensiones y peligros que acechan a aquellos que desafían las normas sociales. A través de sus personajes, Molano explora la complejidad de la identidad, el deseo y la lucha por la aceptación en una sociedad que no solo margina y silencia, sino que se impone en aquellos que no se ajustan a las normas establecidas. 

En sus obras, Molano desafía el “mandato de erotofobia”, que busca controlar y reprimir el deseo humano, especialmente aquellos que desafían las normas de género y sexualidad. Su literatura se convierte en un acto de resistencia contra las fuerzas ideológicas e institucionales que buscan “disciplinar los cuerpos y regular el placer.” A través de la exploración del erotismo y el amor entre hombres, Molano ofrece una visión alternativa que celebra la diversidad y la autenticidad. 

Además de ser una respuesta a las realidades sociales y políticas de su tiempo, la obra de Molano también representa un cambio de sensibilidad generacional en la literatura colombiana. A diferencia de la tradición literaria arraigada en el realismo mágico, Molano rechaza las convenciones narrativas establecidas y crea nuevos referentes que reflejan una Bogotá transformada por el deseo, “la arrechera” y la sexualidad. Su escritura se convierte en un mapa literario de la ciudad, donde cada calle, acera y parque está impregnado de significado y simbolismo. 

En última instancia, la obra de Molano trasciende las etiquetas y los géneros literarios para convertirse en un testimonio del amor, la resistencia y la supervivencia en medio de la adversidad. A través de sus poemas y relatos, Molano da voz a aquellos que han sido históricamente marginados y despojados de su dignidad. Su legado literario no solo desafía las convenciones estéticas y sociales, sino que también ofrece una visión esperanzadora de un mundo donde el deseo y la autenticidad pueden florecer, incluso en los lugares más oscuros y opresivos. 

Su temprana muerte a causa del sida, la forma de su escritura fresca, callejera y libre; vinculan a Fernando Molano con nuevas generaciones de lectores, que no solo esperan una escritura libre de los cánones de la tradición literaria colombiana, sino con las ideas de sus relatos irreverentes y profundamente modernos.