Cuando hablamos del territorio femenino, hablamos de una energía en expansión que durante siglos ha conquistado diversos frentes de la historia. En este, convergen nuevos ideales, nuevas maneras de ser y estar, un pensamiento renovado frente al rol de la mujer en sociedad y por ende, luchas que se han ganado paso a paso.

El territorio femenino podría fundar su propio diccionario, porque son tantos los conceptos, las interpretaciones, las miradas objetivas y subjetivas, que nos tocaría explicar desde las distintas corrientes, el significado de palabras tan grandes como mujer, feminidad, energía femenina, feminismo, feminista, género, igualdad, equidad, sororidad, trabajo, hogar, maternidad, matrimonio, soltería, independencia, economía, entre otras.

Demos un vistazo a la historia: en la literatura eran los hombres quiénes podían escribir sobre las mujeres, un claro ejemplo es el libro “Historia de las mujeres” de Georges Duby. A la vez, grandes escritoras en su época se vieron obligadas a esconderse tras pseudónimos masculinos para poder expresarse tales como Las hermanas Brontë (Cumbres borrascosas), Mary Shelly (Frankenstein) y Louisa May Alcott (Mujercitas), Mary Anne Evans (Silas Marner), entre otras.

Las artes plásticas, la danza y la música no se quedaron atrás en intentar limitar el apogeo femenino. Sin embargo, hubo mujeres con determinación y persistencia que lograron llegar a escenarios inimaginables hace algunos años; como ejemplo, nuestro personaje del mes, Dora Ramírez (pintora y bailarina antioqueña), una mujer que se destacó por su talento artístico y, gracias a su tenacidad, obtuvo grandes reconocimientos en vida y hoy su legado nos acompaña en nuestras instalaciones.

Por eso, desde la Biblioteca Pública Piloto, no nos queremos quedar atrás en esta conversación. De hecho, nos hemos propuesto este mes de marzo conmemorar la lucha por los derechos humanos y sociales de las mujeres, generar una discusión objetiva sobre lo importante que es el rol de la mujer en la política, el arte, la literatura, la ciencia y otros espacios del conocimiento. Y por supuesto, seguir visibilizando a nuestras antepasadas, esas mujeres antioqueñas que abrieron caminos para que la generación de ahora goce de una realidad mucho más libre y apoyarla en la construcción de argumentos para las luchas que siguen vigentes.