Molano desafía el "mandato de erotofobia", que busca controlar y reprimir el deseo humano, especialmente aquellos que desafían las normas de género y sexualidad. Su literatura se convierte en un acto de resistencia contra las fuerzas ideológicas e institucionales que buscan “disciplinar los cuerpos y regular el placer.” A través de la exploración del erotismo y el amor entre hombres, Molano ofrece una visión alternativa que celebra la diversidad y la autenticidad.